Los métodos naturales
de sodio y potasio.
Padres de todos los tiempos han
soñado siempre con poder elegir el sexo de sus hijos. A los “métodos caseros”
para lograr un sexo u otro se unen hoy procedimientos científicos que
ofrecen altas probabilidades de éxito. Hemos recopilado las técnicas más
recomendadas para acertar a la primera.
Para algunos son mitos, pero otros juran que han dado resultado. La buena noticia es que no se pierde nada con intentarlo. Son métodos no invasivos, al alcance de cualquiera, que se basan en la creación de un ambiente conceptivo atractivo para otro tipo de semen.
El método Shettles se basa en las diferencias entre el esperma masculino y el femenino. El primero es más rápido, menor y más delicado, mientras que el segundo es más lento, de mayor tamaño y más resistente. Para determinar el sexo del bebé este método considera varios factores, incluidos el momento y la profundidad del coito, el pH de la mujer y la densidad de esperma.
Para concebir un varón este método recomienda mantener relaciones sexuales muy cerca del momento de la ovulación; antes del coito ducharse con una combinación de agua y bicarbonato (para hacer más alcalino el medio); tomarse un café; e incrementar la densidad de esperma (absteniéndose de mantener relaciones sexuales durante los 3 ó 4 días previos a la ovulación).
Además, advierten que el orgasmo libera en la mujer una hormona que hace más alcalino el medio, lo cual favorece las posibilidades de concebir un varón. También consideran la profundidad: cuanto más profundo sea el coito más probable será tener un niño. La alimentación es otro factor a tener en cuenta: los alimentos que favorecen a los varones son altos en sodio y potasio y están casi exentos de calcio y magnesio.
Para que sea niña habría que seguir los pasos contrarios: mantener relaciones tres días antes de la ovulación; antes del coito ducharse con agua y vinagre (para hacer más ácido el medio); reducir la densidad del esperma (con una ducha caliente previa); mantener relaciones poco profundas (cuanto menos profunda, menos alcalina es la vagina). Por último se deben consumir alimentos ricos en calcio y magnesio y evitar los que tienen un alto contenido
El método Jonas
Se basa en que
las características bioquímicas del endometrio varían periódicamente afectando
la sedimentación del esperma. De acuerdo con este método durante el ciclo de la
mujer hay días en que puede concebir un varón y otros en que concibe niñas. La
compañía que promociona este método envía a sus pacientes un calendario que
especifica los días más apropiados para concebir cada sexo. Afirman tener un
porcentaje de éxito del 97,8 por ciento.
Los médicos admiten que estos métodos sí tienen algo de cierto pero desconfían de algunas de las recomendaciones: “Sí es cierto que existe una relación entre el momento del coito y el momento de la ovulación. Cuanto menos se aproximen ambos más probabilidades hay de concebir una niña, debido a la mayor resistencia del cromosoma femenino. El resto de las recomendaciones de este método no están demostradas”, indica la ginecóloga María Teulón González del Hospital de Leganés en España.
Los médicos admiten que estos métodos sí tienen algo de cierto pero desconfían de algunas de las recomendaciones: “Sí es cierto que existe una relación entre el momento del coito y el momento de la ovulación. Cuanto menos se aproximen ambos más probabilidades hay de concebir una niña, debido a la mayor resistencia del cromosoma femenino. El resto de las recomendaciones de este método no están demostradas”, indica la ginecóloga María Teulón González del Hospital de Leganés en España.
Las técnicas de laboratorio
La selección de embriones (Preimplantation Genetic Testing, PGT) es el único método que garantiza el éxito, pero es muy invasivo y prohibitivo para el bolsillo de la gran mayoría (los precios se acercan a los 20,000 dólares). Se basa en la extracción de óvulos de la mujer que son sometidos a una fertilización in-vitro. Tres días después los cromosomas son analizados a través de una biopsia y se implanta en el útero el que tenga el sexo deseado.
“Estos métodos sí dan resultados probados. Se realizan para evitar la aparición de enfermedades hereditarias vinculadas a un sexo determinado. En la mayoría de los países de Europa la selección de sexo está prohibida y éste es el único supuesto bajo el cual es legal elegir el género. Es arriesgado porque se realiza una biopsia del óvulo que lo puede poner en peligro. Además es muy caro porque requiere la participación de profesionales muy especializados en centros también especializados”, indica el doctor García Enguídanos.
Otra técnica muy popular es la separación del esperma (Cytometric Separation Technology, MicroSort). Este método se basa en teñir con un colorante el esperma. Al pesar más el esperma con cromosomas X (femenino), absorbe más colorante y es posible separarlo del esperma con cromosomas Y (masculino), para más tarde implantar en el útero materno el esperma con el cromosoma deseado.
The Genetics and IVF Institute, la empresa que realiza este procedimiento, sólo acepta a parejas con un historial familiar de enfermedades genéticas vinculadas a un cromosoma o a parejas con hijos que desean elegir el sexo del bebé para lograr un equilibrio familiar, es decir parejas que ya tienen varios hijos de un mismo sexo y buscan el otro sexo. El costo por “intento” oscila alrededor de los 2,500 dólares (se calcula que son precisos al menos tres intentos por embarazo).
El método Ericsson es similar al anterior y se basa en que el esperma masculino es más ligero y más rápido. El esperma se vierte en un líquido viscoso, siendo los espermatozoides masculinos los que llegan antes al fondo de este líquido. El esperma femenino, que nada más lentamente, es recogido de la superficie del fluido. El porcentaje de éxito oscila alrededor del 70-75 por ciento.
A continuación veremos un vídeo que
nos hará reflexionar acerca de la eugenesia:



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